El pasado viernes, el mismo día en que el rey de Suecia entregó el premio Nobel a Mario Vargas Llosa, la mujer que tanto había anhelado ese momento, la agente Carmen Balcells, tuvo que abandonar Estocolmo por la muerte de su marido, Luis Palomares. Símbolo de un final de etapa, en el que la superagente está negociando con el publicista Miguel Barroso (marido de Carmen Chacón) la venta de la agencia (Barroso se quedaría el 49, el 50 o el 51%), y con el ministerio de Cultura la de sus archivos. A los 80 años, la mujer que todo lo ha hecho y todo lo ha conseguido en su campo profesional quiere dejar el futuro atado y bien atado.
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