miércoles, 26 de mayo de 2010

Réquiem por Bruguera


En tiempos de crisis también cierran editoriales, aunque sea un sello más dentro de un gran grupo. Hace unas semanas Bruguera, dirigida por Ana María Moix dentro de Ediciones B, pasó a formar parte de las editoriales caídas en acto de servicio.

Es la segunda defunción de Bruguera que echó su primer cierre en 1986 por suspensión de pagos tras ser la casa de Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape o Super López. Su catálogo pasó al Grupo Z de Antonio Asensio y de allí surgió Ediciones B (B de Bruguera, se entiende). En 2006 se decidió rescatar la marca para convertirla en una editorial literaria con premio literario y todo. Pero las cosas pintaban mal cuando este año el Premio de Novela Bruguera quedó desierto en su quinta edición pese a los 334 originales recibidos. Eso sí, en la web de Ediciones B todavía no se habla de la desaparición del sello en el que se ha publicado a Kerouac, Tennessee Williams, García Ortega o Enrique Murillo.

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